Amada, eres castillo de mi razón y frontera de mis sueños
Donde la memoria no deja ver los cimientos que funden el beso,
Este es el destino que fugitiva la voz del firmamento
Que con osadía construye las empresas del amor,
Quiero ofrecer abrigo a la concentrada sinfonía de tus versos
Con el fuego me desespera el reglamento que bebe la pasión.
Viento puro eres la vida que he de beber
En el fino fuego del alma
Se hace vasija de aguas
Ciñendo hoy la espada
Que da riendas al sueño,
Vivo en las ráfagas de tu ausencia
Y me convierto en el mar de tus miradas
Clamando el torbellino de la carne
Queda razón al interior de esta rabia
Para amar las tormentas de tus gestos,
Se despierta el cuerpo en las oraciones sacrifica el fervor de la fantasías,
Se abre el altar urgiendo la oración en suave verso fresco,
Los vocales de su piel levantan notas
Cargadas de música acorde a sus rizos negros,
Me sumerjo bajo un grito de textura
Y brota el grito en erupción de orgasmo,
Esto es la magia del viento que ofrece amor en las sinfónicas danzas,
La vida anida con extensiones
Pintando la fiesta en la boca que asfixia
Los poderosos versos del amor,
Mi amada sacrifica en cortesía su dulce mariposa
Vistiendo un paisaje de luz y esmeraldas,
No perderá mis atributos
En los fragmentos que crea la atmósfera
En las fábulas del vidrio,
Soy el territorio que construye la secreta abundancia orgánica.
Y quiero aferrarme a la jubilosa esperanza que separa nuestra ausencia,
Polvo sudor y hierro como el fuego ardor
Hoy mi alma arde en la añoranza de los desvelos,
Busco en la noche confesar cuanto te quiero
Pues no eres ausencia
Lo confirman mis deseos, YEXHUA: