Telar de belleza con aromáticos pabellones de silencio que abren los tersos lienzos del misterio.
Existe una evidencia la realidad se ofrece desnuda
Y refugia la plata helada que hospeda la vida.
Resurge de la bruma en sombra fría con extensas alas
Así suceden todos los hallazgos que ilumina la materia
Dando plenitud a la felicidad de su lujoso fuego en llama viva,
amor de felicidad y vida de abajo con sabor de lagrimas que traza un mar por donde boga tu alma.
Existe una forma de felicidad salvaje que consume diabólicamente los sentidos del deseo.
Amor soy espada que acaricia tu crepúsculo
Y el tenaz latigazo que sosiega condenando tu alma en las posesiones.
Al equilibrio de la propia vida cuyo infierno nos hospeda apasionadamente
Labios de carne y fuego hoy abres al amor los ventanales de un verso,
Soy la enfermedad dorada que ansia recorrer tus paisajes poéticos.
Estoy ante la húmeda flor que desprende el eterno olor celeste
Y se prolonga la ansiedad de sus frutos que son para dar vida
En la vida que alberga la perfecta esperanza.
Lo frágil cobra felicidad amando la sustancia de su lujo,
A sangre y fuego acuchilla mi lengua el paraíso de su cielo y va ofreciéndome luz de esmeraldas.
Desfallezco sobre el loto maternal en esa savia que alimentan mis delirios.
Amo el oro en la exquisitez de tu desahogo
Como una flor prodigiosa sucumbe la hermosa belleza
Y me arrastra como un animal en el aroma que florece.
La acción locura con pureza de ansia justifica la felicidad
Es el himno que forja la madurez juiciosa del elogio.
La fiel conformidad acacia honduras palpables sobre la maestría de existir amándote.
Impreso estoy en el afán de tu alma cuando se abre el alba serena a tu felicidad.
Carne de raso. absorto estoy en el hechizo de tus susurros
Beberé el aire de tus horizontes que guardan meritos y razones.
Me enloquece el franco de tus llamas en tu humilde salmo celestial
Fraguas fortaleza en amor vivo y en el crisol de tu altar oleos aromáticos.
Alma de lluvia en destreza musical se cumple el deseo del tu crepúsculo
Adorada clemencia tus aguas sirvan en mi calentura el hipnótico deseo.
Donde la noche fluye en su conciencia viva brotan los versos de parasoles en un jardín de fantasías.
Amor hoy te regalo mi tibio fluir que fluye en la lucidez de las experiencias.
Soy el fuego de un verso en mi fugaz carne visto el amor con alegría,
Soy llama inextinguible arrebatando voy amorosamente bajo tus ordenes
Amor tu nido antorcha en casta viva, YEXHUA: soy el néctar de tus secretos.
Yo refugio el clímax de los delirios en el milagro de los besos,